Se estrena una nueva película sobre el holocausto judío este fin de semana. El hijo de Saúl: narra dos días en la vida de un judío de origen húngaro deportado al campo de concentración nazi de Auschwitz. Dedicado a colaborar con los exterminadores, se encarga de llevar a los judíos a las cámaras de gas, a enterrar sus cadáveres y limpiar los crematorios. Un día se encuentra a un niño que sobrevive a la cámara de gas pero que, finalmente, acaba falleciendo en el hospital en manos de un doctor asesino y, creyéndole su hijo, se obsesiona por darle sepultura, algo absolutamente prohibido en estos campos de la muerte. Dirigida por el director húngaro, debutante en estas lides, Laszló Nemes, quien deja su impronta en la forma de contar esta historia, destacando por la cercanía de la cámara al rostro del protagonista, lo cual da la sensación al espectador de estar viviendo en primera persona la historia. Reciente Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera.
Los odiosos ocho supone la segunda incursión en el género del western de Quentin Tarantino (después de Django desencadenado). Han pasado ya 24 años desde de su salto a la fama tras su debut por Reservoir dogs. Entre esta y aquella hay un gran parecido: un grupo de personajes, en este caso ocho, que utilizan la violencia física extrema, muy cercana al gore, y verbal para dar rienda suelta a su sadismo más brutal. Ennio Morricone pone música a este thriller claustrofóbico y, a sus 87 años, acaba de recibir el premio Globo de oro por esta bso.
El hijo de Saúl Los odiosos ocho
La chica danesa En el sótano
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