El dúo Steven Spielberg - Tom Hanks unen sus trabajos por cuarta vez (sin contar una quinta en la que ambos fueron productores ejecutivos de una gran superproducción televisiva) en sus carreras para contar una historia que transcurre durante la Guerra Fría. Estamos en los años 60, un piloto estadounidense que sobrevolaba territorio soviético es hecho prisionero después de que su avión fuera derribado. La CIA encarga al abogado James B. Donovan (Tom Hanks) la negociación para la liberación del piloto. La clave del éxito de esta arriesgada tarea que se le encomienda puede ser un espía ruso detenido en Brooklyn y que, a la postre, se convertirá en moneda de intercambio de espías que tendrá lugar sobre el puente Gliecnicke, que sirvió como "frontera" entre el Bloque del Este y las potencias occidentales durante el periodo de la Guerra Fría. El puente de los espías es un nuevo hecho histórico que el antaño director de "lo fantástico" lleva a la gran pantalla.

Colin Farrell, Rachel Weisz y Léa Seydoux, dirigidos por Yorgos Lanthimos en Langosta, una extraña película en la que personas solitarias, en una sociedad del futuro que no permite la soledad, acaban en un hotel para solteros, a las que se les concede 45 días de plazo para encontrar pareja. Si no lo consiguen, se convierten en el animal que quieran. Uno de estos personajes decide convertirse en langosta, que consigue escapar y huir al bosque donde conoce a otros personajes con los que vivirá al margen de la ley. 

     

            El puente de los espías                                          Langosta

     

              Techo y comida                                  Krampus, maldita Navidad