El género Humano no son sólo corruptos, chorizos, desalmados, mentirosos, inútiles y demás carroña que pisa la faz del planeta TIERRA. Hay un grupo, quizás demasiado escaso, de personas que ponen su inteligencia (ése rasgo que nos diferencia del resto de animales) al servicio del avance de la Humanidad.
Hace 10 años, un grupo de ingenieros y científicos pusieron su granito de arena, cada uno en su respectiva especialidad, para lanzar al espacio un vehículo-robot con destino a un planeta alejado nada menos que 456 millones de kms del nuestro. La diferencia, respecto de otros lanzamientos, era que ese robot tenía que aterrizar en Marte y hacerlo sin sufrir daños, o daría al traste con el proyecto que tanto había costado. Y lo consiguieron.
Ese robot, representante de la Humanidad en lugares tan lejanos, dirigido desde la Tierra, lleva 10 años rodando por el planeta rojo (bien es verdad que "sólo" ha avanzado 38 kilómetros) enviando imágenes que permiten a los científicos conocer un poco mejor su superficie, para conseguir evidencias de que pueda ser habitable en un futuro no muy lejano.
Me parece que el hecho de que seamos capaces de hacer esto debe reconciliarnos con nuestro Género, y confiar en que, a no mucho tardar, lograremos hacer avances en nuestra evolución. Sólo hace falta que los que ahora son una minoría, se conviertan en una gran mayoría, cuando la formación y la educación sean un valor primordial en la sociedad.
Sombra de la nave Opportunity en el planeta Marte
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